viernes, 19 de abril de 2013

El delito de acoger y apoyar al más débil

Publicado en la edición impresa del semanario GENTE EN MADRID y en la web Gentedigital.es
el viernes 19 de abril de 2012.


imagen
Foto: Luis E. Sánchez
Coliflor con huevos, carne con verdura y batido de fruta. Este es el menú del día en casa de Roberto, Cuca y Carmen, su hija de 20 meses, un menú preparado con la ayuda de Abdalá y Suleimán, dos jóvenes de 23 y 24 años, sin papeles, sus mejores ayudantes en los fogones. Con ellos comparten su hogar desde hace un par de meses, como hacen todos los miembros que pertenecen a la plataforma 'Salvemos la Hospitalidad' en diferentes puntos de Madrid, desde Vallecas a Ventilla, pasando por Moratalaz, Entrevías o Centro.
Un colectivo que trata de recoger firmas de apoyo a través de Change.org para modificar la redacción del artículo 318b en el borrador del Código Penal que prepara el Gobierno. La iniciativa, puesta en marcha en diciembre, ha recaudado ya más de 59.000 firmas para pedir al ministro Gallardón que no criminalice su forma de vida. De prosperar la reforma, "podrían castigarnos con penas de seis meses a dos años de cárcel", apunta Roberto.
Les podrían acusar de delinquir por compartir su hogar también con Mamadú, su tercer compañero de piso, en este caso desde hace tres años, aunque él ya cuenta con el permiso de residencia. "Suleimán llegó a través de él, porque ambos son de Guinea. Nos comentó que su amigo se encontraba en un momento difícil, sin papeles, aunque ya llevaba cinco años en España. Estaba prácticamente en situación de calle", explica Cuca, abogada y mediadora. Por su parte, Abdalá, de origen marroquí, "vivía en un coche, no tenía documentación, ni trabajo, después de tres años en el país, y nos pareció que podríamos abrirle las puertas de casa para darle una oportunidad de sacar todo adelante", añade.

Una oportunidad y un futuro posible gracias no sólo al acogimiento, sino a un respaldo integral "para caminar por nuestro país, conseguir los papeles, aprender la cultura y el idioma, tener una profesión... Para alcanzar todo eso es importante tener un soporte afectivo, cálido, una casa donde uno llegue y pueda compartir experiencias del día a día, donde se sienta querido y pueda querer", matiza Cuca que, junto a Roberto, abre su hogar a sin papeles desde 2006.
Sin embargo, todo ese apoyo podría convertirse muy pronto en delito. "En la reforma del Código Penal se quiere castigar a las personas que ayudan a transitar a sin papeles, incluso a aquellas que les puedan alquilar una habitación. Es una atrocidad y un ataque contra los principios de la sociedad. Pedimos que toda actitud hospitalaria con cualquier persona que tenga dificultades no se recoja en el CP, que está para juzgar conductas que causen daño a la sociedad, y no es el caso", subraya Roberto.
Es más, gracias a su apoyo, estos dos chicos ven ahora hacia adelante. "Vuelvo a estudiar y me siento bien. En la calle no tenía nada, sólo podía acabar robando y en la cárcel", confiesa Abdalá, mientras me muestra la habitación y las literas donde duerme junto a Suleimán, que ha empezado a formarse también en una escuela de adultos. "Me siento muy cómodo, en familia. Ya puedo ver el futuro", concluye.

Change.org, la plataforma líder de cambio social, ha servido de altavoz a 'Salvemos la hospitalidad': "Hemos alcanzando más de 59.000 firmas, 59.000 personas que han conocido esto, y se ha desplegado una solidaridad que no sabíamos que existía. Es una forma de involucrarte en la resolución del conflicto", indica Roberto. "Hemos conocido a personas que hacen cosas muy parecidas, así que, más allá de que consigamos el objetivo, ha sido muy enriquecedor", destaca Cuca. Más información en Salvemoslahospitalidad.org.

Publicado el 19 de abril de 2013 a las 09:45.

Quizás también te interese