La “Plataforma
Salvemos la Hospitalidad” celebra que el Gobierno haya escuchado a quienes desde el
tejido social solidario veníamos pidiendo que una democracia no puede
criminalizar valores como la acogida, la solidaridad y la hospitalidad hacia
las personas que vienen buscando condiciones de vida más dignas que las que
tienen en sus países de origen.
El Gobierno ha
modificado el texto inicial del art. 318 bis y en la Exposición de motivos
señala explícitamente que los comportamientos altruistas para con las personas
extranjeras en situación irregular quedan fuera del Derecho Penal. De sabios es
rectificar, sobre todo cuando lo contrario habría enlodado el art. 1 de la
Declaración Universal de los Derechos Humanos, que establece la igual dignidad
y derechos de todas las personas y el deber de comportarse fraternalmente los
unos con los otros
Nos habría gustado que
el segundo párrafo de este artículo, referido a las personas que ayuden a
extranjero con ánimo de lucro, quedase mejor perfilado para evitar su confusión
con quienes abusan y comercian con seres humanos en situación de
vulnerabilidad. El Parlamento está a tiempo de definir mejor este apartado.
Además de mostrar
nuestra alegría por este cambio legal, queremos agradecer públicamente el apoyo
de las 63.108 personas y las decenas de colectivos, ayuntamientos y entidades
de todo tipo e ideología que firmaron nuestra petición y que sostuvieron con su apoyo la esperanza en
el logro de nuestra reivindicación. Lo mismo se diga de cuantas instituciones y
medios se hicieron eco de la campaña “Salvemos la hospitalidad”.
Quienes compartimos
nuestra vida y nuestras casas con personas sin papeles podremos vivir con más
tranquilidad esforzándonos en que las personas que han arriesgado su vida por
lograr una oportunidad entre nosotros la alcancen. Renovamos nuestro compromiso
con ellos y nuestro empeño en seguir siendo “guardianes de nuestros hermanos”.
Por eso, no podemos concluir sin visibilizar la paradoja de que las personas a
las que hemos acogido no tienen garantizada la más elemental asistencia
sanitaria: el Estado, por omisión, violando este derecho humano, está poniendo
en riesgo su vida y la de todos, propiciando el repunte de enfermedades que solo
dentro de un sistema sanitario público y
universal quedarían controladas.
Plataforma
“Salvemos la hospitalidad”
Madrid,
24 de septiembre de 2013 (día de la Merced)